EspuelasyFrenosTeno

Saturday, July 28, 2007




Desde que me relaciono con aperos y caballos, siempre he oido comentarios de huasos que hablan de tal o cual riendero , frena o freno puntizuela, para dar ese paso tan importante como es cambiar de guatana a bocado de fierro. Para esto, se puede argumentar de muchas formas y por distintas razones y mi ánimo no es discrepar ni contradecir, pero quiero comentar algo que siempre me ha llamado la atención y es a lo que me voy a referir: Si nos remontamos a un pasado no muy lejano, cuando muchas faenas, diligencias y trámites se hacían de a caballo, era común ver peones, empleados y patrones, bien montados, en un día cualquiera, bajo el sol de esta linda tierra, aperados con la indumentaria apropiada para la ocasión y relajadamente, disfrutando de las bondades de un caballo chileno. Es probable que esto sea sólo un recuerdo mío, pero, me acuerdo muy bien que lo normal era que el bocado del caballo fuera un rienderito con un "8", con un par de destorcedores y otro par de argollitas en los extremos que dan por detrás de la boca, que se unían con un tiento, mediante el cual se le daba medida justa al implemento, todo esto de acuerdo con el tamaño y la bondad de la boca del caballo. Bueno, en algún momento este riendero se modificó (rienderos en general) , o ya existían (puede ser), pero curiosamente los rienderos con tiento para el ajuste cayeron en desuso y aparecieron por doquier variedades de rienderos adaptados, transformados, inventados y reinventados pero con un elemento común: "la barbada con sus correspondientes coscojas". Aquí la idea no es criticar ni alabar, pero, pensando en que aquello que se hace bien tiene su retribución, para beneficio de jinetes y caballos, he rescatado la idea de ese riendero que mucho usaron nuestros padres y abuelos, diseñando la versión de la foto, que a pesar de ser muy sencilla, sus formas resultan en una especie de guatana ajustable pero de fierro (en mi taller, no de cualquier fierro) elaborado anatómicamente suave, para eliminar lesiones en la boca del caballo(y en nuestra conciencia).

Tuesday, July 24, 2007





RESTAURANDO
Estas espuelas llevaban un "tiempito" esperando hora en el taller hasta que les llegó la hora. Le boté unos restos del chapiado antiguo, limpié el fierro de las astas y pigüelos y comencé a unirles las láminas de alpaca, previo estañado de las partes. Una vez lograda esta etapa se practican los correspondientes calados, para volver a tener un par de espuelas casi igualitas a lo que debieron ser cuando nuevas despues de haberles dado algunos retoques en algunas partes que lo exigían. Bueno, lo que parece muy fácil de decir o escribir, en realidad lo es, sólo con algunos detalles: hay que hacerlo inspirado, con cariño, paciencia y especial esmero, tomándose el tiempo necesario, de tal manera que el primer contento por lo logrado sea el propio artesano (es muy agradable terminar una labor como esta y quedar satisfecho con lo conseguido) y luego el cliente se sienta de igual modo conforme.

Monday, July 16, 2007




¿Que les parece la joyita? Freno de hierro, fabricado por artesanos merovingios, probablemente entre los siglos VI y VII. Está como para estudiarlo, hacer correr la imaginación y llevar a cabo la copia felíz del edén, chilenizándolo por los lados expuestos, quitando detalles por aquí, agregando por allá, suavizando un poco, etc. Estos bocados corresponden a una época en que el caballo era una máquina de guerra con carácter y temperamento propio, que necesariamente debía ser encauzado hacia un determinado fín en favor de su jinete, el que al juzgar por el artilugio, no quería sorpresas en la boca de su noble compañero, y menos en el fragor de una batalla.



No quiero dejar pasar el tiempo ni la oportunidad de exponer en una página una pequeñísima evocaciòn al histórico pasado de Teno. Siempre ligado al campo y su tradición ecuestre voy a referirme a una casa junto al rio Teno en los comienzos del siglo XVII.

Comienzo este relato trayendo a la luz el recuerdo de una conversación en el invierno de 1984, época en la cual me encontraba empleado en el fundo Lontuecito de Cumpeo, propiedad de don Daniel Bravo Perucca. Hacía poco tiempo don Daniel Había contratado un nuevo "Ministro", y este, en una breve conversación, hizo una alusión a una casona antigua junto al puente del río Teno y la carretera. La cuestión es que a él le llamaba mucho la atención por su notable antiguedad y la simple pero a la vez imponente arqitectura de conquistador español. En el caso mío, a los 20 años, habiédola visto en más de una ocasión, no había despertado mi curiosidad, pero, desde ese momento siempre quise saber algo más al respecto. Pasado poco más de 20 años me encuentro con un libro en mis manos, escrito por don Juan Mujica de la Fuente y titulado ANTIGÜEDADES CURICANAS, desde el cual voy a extraer un par de parrafos que nos ilustran un breve fragmento de la vida de un habitante de esta parte del pais.

"Con la esbelta majestad de las palmas nativas, euritmia incomparable del paisaje chileno, se duerme en la siesta cálida del mes de diciembre la nueva casa campesina, sencilla, enjabelgada, que el noble madrileño ha levantado próxima a la ribera del magnifico y caudaloso río Teno.

El caballero pasa la modorra del estío que comienza, en una sala amplia, aireadas por dos ventanas que, guarnecidas por fuertes rejas de estilo sevillano, enfrentan a los campos en dilatada visión al fondo, junto a la azul profundo del cielo con las alatas cumbres nevadas de los Andes.

Este noble soldado que ha salido con grave herida en sus campañas guerreras, que le ha señalado pronunciada cojera, es ahora un bun agricultor del suelo curicano y conocido comerciante, con tienda abierta en la ciudad de Santiago. Su nombre evoca altvos linajs de la más rancia aristocracia española: don Melchor Jofre del Aguila.

Había tenido su cuna en la imperial y tres veces coronada villa de Madrid, donde vino al mundo el día 28 de septiembre de 1568,....

El veterano capitan de los lanceros de arauco se incorpora en su lecho, se calza los borceguíes, peina sus cabellos donde ya nievan las canas, y acude a la llamada que un criado hace a su puerta, que habia dejado con cerrojo hechado.

Una carta de su amada mujer, doña Mariana de Vega Sarmiento, que espera la llegada de un nuevo vástago, le pide que vuelva cuanto antes a Santiago para acompañarla en este trance y saludar al gobernador y capitán general dn Juan de la Jaraquemada, cuyo arribo a la capital está anunciado para los últimos días del año.

Don Melchor toma las providencias del caso para regresar a su hogar y pasar en el seno de la familia las fiestas d navidad.

A la mañana siguiente emprende el largo viaje, montando en su castaño corcel favorito, acompañado por varios fieles servidores. La noche les encuentra ya al amparo de su otra casa campesina en la Angostura. Clareando el alba se levanta el caballero, oye los informes de su administrador y en la mañana radiante de sol y espranzas cruza una vez más el valle central de Chile, repleto de siembras, dehesas abundantes de ganado y umbrosas arboledas.

En un tambo del camino, tres leguas antes de llegar al puente Maipo, que tanto empeño le habría de costar su hechura, el grupo de jinetes se detiene para la comida meridiana. Despues, bajo la fresca sombra de un emparrado , se pasa la canícula de la siesta para terminar el viaje con el crepúsculo vespertino, aclarado por la luna creciente, que sobre la cordillera inmensa se alza majestuosa."

De este corto pasaje de la historia yo rescato dos cosas: primero, la edad de la antigua casa a orillas del Teno. Segundo, lindo viaje a Santiago, dos días a marchas forzadas montando un buen caballo de la época, el preferido de su amo, aquel soldado español que si sabía lo que era un buen caballo, su vida dependía mucho de eso.

Sunday, July 15, 2007


No había vuelto a ocupar mi blog desde agosto del año pasado, hoy reinicio este proyecto tratando de entretener con algunas notas, comentarios y fotos. Se puede apreciar en la foto un tornillo de bola construido a partir de distintos elementos reciclados. Este artefacto permite la sujección de piezas para su elaboración en las más diversas posiciones, característica que lo diferencia mucho de un tornillo mecánico normal. No es un invento propio, ya que está inspirado en los tornillos de bola que han usado los grandes maestros en ataujia o damasquinado en la ciudad de Eibar en España. Esto lo cuento porque soy autodidacta y rebusco información afín a lo que hago o me gusta en cualquier medio disponible.