EspuelasyFrenosTeno

Saturday, October 18, 2008


Durante un tiempo, me he mantenido un tanto alejado del blog, pero, lo he retomado, para compartir esta etapa del rodeo chileno, que ha comenzado con un nuevo reglamento en lo que a bocados se refiere. Mi intención, es respaldar estas medidas, que están encaminadas a eliminar el uso de elementos excesivamente dañinos para la boca de los caballos, con reultados muchas veces vergonzosos para arregladores y jinetes.Tras haber perdido la modalidad que lleva a un buen arreglo del caballo, cambiándola por otras que denigran al huaso, que históricamente se lucía con la maestría de su caballo , el que le respondía sin resabio a la más minima orden para todos sus movimientos como para su detención. En épocas preteritas, los caballos cumplían muchas más funciones que correr la vaca en una medialuna, estamos hablando de medio de transporte habitual, arreos, laceaduras, carreras, la desaparecida topeadura en la vara, etc. Lo más seguro es que alguien puede decir que aquí hay cosas que prácicamente ya son parte de la historia y que he dejado de nombrar muchas otras actividades que se hacían a caballo, pues bien , yo les doy la razón. Habrán todavía persona mayores que en sus recuerdos verán pasar auténticas "huaseadas" en que cada jinete hacía alardes de destreza, en faenas que así lo exigían. Aquí, de a poco me voy a ir metiendo en lo que me interesa comentar.¿ Alguien se acuerda de alguna buena pelea a caballo? No quiero alabar a la gente pendenciera por costumbre, ni celebrar los resultados de algunos de estos hechos, sólo quiero rescatar detalles de nuestra tradiciones en que figura el arreglo y manejo del caballo. Ahora vuelvo al presente para comentar lo siguiente: han llegado desde el extranjero, expertos en el movimiento de la rienda, para que nos enseñen a conducir un caballo con una mano. ¿Puede ser posible que no haya un chileno que pueda hacer lo mismo?. Hasta fines del siglo IXX, durante todas las batallas en que hubo caballeria, los jinetes debían usar una mano para portar la lanza o el sable, en una pelea de huasos a caballo y a pencazos ocurría lo mismo, para lacear tambien se ocupa una sola mano para las riendas y esto está vigente, en una pelea a caballo y con cuchillo los huasos ocupaban las piernas y el cuerpo, porque una mano envuelta barajaba los ataques del adversario y con la otra tambien atacaba. Y están los tiempos en que se desjarretaban los vacunos para faenarlos en pleno campo, tambien se ocupaba una mano sola para las riendas. Bueno, en estos instantes, no se me viene ningún otro ejemplo a la mente, pero sí una pregunta: ¿En qué momento se nos perdió a los chilenos esa capacidad de adiestrar los caballos para que respondan a todos los requerimientos del jinete con la más leve orden o intención de mando? En esta parte, no quiero dármelas de erudito en la materia, porque la respuesta puede ser muy compleja, pero podria decir algunas cosas como: Podría ser por el egoísmo de los viejos para compartir su sabiduria, se perdió la capacidad de los jóvenes para asimilar estos conocimientos y aplicarlos,la televisión interrumpió la comunicación entre las generaciones al extremo de perder esta riqueza que siempre tuvimos, el gran cambio en la parte rural que relegó el uso del caballo a lo meramente deportivo principalmente, el aumento de la competitividad y la prisa por obtener resultados en las corridas de vacas, la desaparición paulatina de lo realmente acampado, la aparición de huasos sin cultura en lo que a nuestra tradiciones se refiere, etc. Esto que ya he dicho, lo hago a modo de estimular la inquietud de más personas para buscar respuestas y soluciones y además, celebrar como dije al principio el nuevo reglamento, no sin antes expresar otra inquietud al respecto, que se refiere al uso histórico de los distintos tipos de bocados y creo que me lo voy a dar como mi propia tarea. En la foto, muestro un freno con puntezuela, de fierro común, con chapiado de alpaca, que es replica de un freno cuyo modelo es de uso normal y tradicional en la familia de huasos corraleros y eximios arregladores, como son los Bustamante de Teno. Buscando el origen de nuestras tradiciones, proximamente incluiré fotos de antiguos frenos del norte de Africa que he logrado gracias a mi comunicación con un coleccionista europeo, y así de a poco, lograr una secuencia a lo largo de nuestra historia y llegar a los actuales de uso en nuestro país.

Wednesday, September 12, 2007



"Salvador", así hemos bautizado esta embocadura, que corresponde a la combinación de un "lente" con una "sapa"alineados fijamente en un eje, que exteriormente se presenta como una frena simple con destorcedores y una barbada de riendero (para no incurrir en una denostación de índole sexual). Pues bien, si le damos una mirada, nos damos cuenta de inmediato que la idea es un poco repartir la carga del del bocado entre la lengua y las encías, evitando que la lengua cambie de color por problemas de circulación sanguínea. Además, se puede aprovechar el efecto de la barbada si se desea (depende del tamaño de la barbada), esto va a depender de como reacciona el caballo con el bocado. Como breve historia de vida de este riendero, puedo decir basado en sus resultados, que es muy apropiado para caballos duros, idos antes de las banderas o difíciles de controlar en la atajada. Se debe usar con precaución y tino (evitar uso excesivo y sofrenazos), bastando su postura y dirección suave de las riendas para que sin lastimar cumpla su efecto. Una boca sana evita que nos sigan las moscas durante el rodeo y ese odioso hilo de babas que pone mala calificación a un jinete.Espero que les haya gustado el tema y nos vemos en la próxima entrada.

Friday, August 03, 2007



Desde hace un tiempo a la fecha, me ha dado por buscar curiosidades y miren lo que me encontre: esta frenita es muy rara, incluso, diría que debería estar más pálida, debido a que casi nunca toma sol. Más de alguien pensará que es porque vive debajo del agua, pero creo que es porque pasa muy escondida, en los más oscuros rincones de una caja,cuarto de aperos, lejos de cualquier exposición que delate su presencia. Esta es la frena que nadie conoce, que muchos tienen y "para que nadie quede empachado", les presento a esta humillada servidora, la que trabaja en el anonimato, heroína desinteresada y nunca ovacionada en grandes lides corraleras, humilde cenicienta en las más complicadas faenas. Parece que le estoy tirando muchas flores, bueno, creo que en el corazón de muchos hay atesorado un gran amor por ella ( nadie lo reconoce, algunos se hacen cruces cuando la ven y abren tremendos ojazos por "la herramientita tan novedosa" admirándose del jinete que la usa en su cabalgadura). Bien señores , llegó el instante de nombrarla, ¡He aquí la grande, única y muy nuestra, "LA RANA". Y ahora viene lo simpático, siempre que alguien quiere hacer un comentario, lo primero que dice como apocándose sólo y sin que nadie lo aprete, es: " aunque yo no soy experto en la materia" y otros detalles afines como para no tener que defender sus dichos posteriormente, y disculpándose de antemano por si está en un profundo error. Yo, voy a apechugar por mi cuenta, total para eso algo he andado a caballo, tambien he visto por ahí, he oído distintos comentarios y para no llegar tan lejos y dar un poco de confianza, (esto me da ganas de escribirlo con letra más chica como para despistarme) tuve el privilegio de usar una "ranita" muy liviana y suavecita, que mi caballo tomaba con mucho gusto. A punto seguido les relato cortito, hace varios años atrás le pasé mi caballo más regalón a un "arreglador" de por ahí (Alto Jahuel me parece) y del resto no me acuerdo. El tipo era tan completo, que encachaba caballos corraleros, para carreras a la chilena, polo , salto, enduro, rienda de todas clases, etc. El primer mes, me dijo que el manquito era un fenómeno, el segundo mes "puchas iñor que vamos bien así. Lo malo llegó al tercer mes, cuando este señor me llamó para decirme que el caballo no tenía un futuro promisorio. Al ir a retirarlo de esta universidad, por consuelo oí que el manquito era como macho para el cerro, y al regalón me lo devolvieron flaco, confundido, inútil y con la lengua a la vista por el lado ´e montar. Aquí viene la parte donde salta la rana y- y - y (perdonen el tartamudeo) adivinen donde cayó. Justamente pues, al principio probé con esto y lo otro, todo muy suavecito (esto es en serio) sin resultados satisfactorios por ningún lado, hasta que la oportuna intervención de la mentada me permitió centrar esa lengua rebelde y tras un corto período volver a un bocado más "normal".

Estoy como picado, y me siento en deuda con este noble instrumento, asi que voy a dejar pendiente este tema, para retomarlo en una próxima entrada, aprovechando de presentar la parentela nacional y extranjera (que está como de moda) para hacer algunas comparaciones felices y otras odiosas.

Thursday, August 02, 2007


Frena con patas, de 6 argollas o de 2 tiros: en esta ocasión podremos apreciar en la foto, una muy bien lograda, con la mayor parte de los elementos que la componen que quedan expuestos a la vista, adornados con hermosa ataujia, verdadera obra de arte de algún maestro frenero de antaño.Este bocado muy tradicional en la antigüedad entre nuestros aperos, hoy rara vez se le ve en boca de caballo durante un rodeo. Aquí, ocurre algo muy peculiar. Hemos desechado un bocado que antes se ocupaba para los caballos mas duros, reemplazándolo por un gran variedad de "rienderitos" que por su tamaño, peso y forma, aparentemente son más eficientes y sobrios, capaces de ocultar las condiciones reales en las que se presentan. Para muchos el fín justifica los medios, no importando el excesivo malestar que se pueda causar y sus consecuencias. Lo trizte, es ver que en la actualidad en vez de recuperar nuestra tradición, andamos copiando patas a los árabes, ingleses, españoles, etc. por nombrar algo. Creo que sería mejor mantener los tipos de frenos y rienderos dentro de una línea tradicional y más importante aún, de igual forma que la indumentaria del huaso, el bocado debe ser a la medida (con esto se puede discrepar un poco, porque hay algunos por ahí que usan unos bocados de tamaño standard, que sirven a todas sus montas).

Saturday, July 28, 2007




Desde que me relaciono con aperos y caballos, siempre he oido comentarios de huasos que hablan de tal o cual riendero , frena o freno puntizuela, para dar ese paso tan importante como es cambiar de guatana a bocado de fierro. Para esto, se puede argumentar de muchas formas y por distintas razones y mi ánimo no es discrepar ni contradecir, pero quiero comentar algo que siempre me ha llamado la atención y es a lo que me voy a referir: Si nos remontamos a un pasado no muy lejano, cuando muchas faenas, diligencias y trámites se hacían de a caballo, era común ver peones, empleados y patrones, bien montados, en un día cualquiera, bajo el sol de esta linda tierra, aperados con la indumentaria apropiada para la ocasión y relajadamente, disfrutando de las bondades de un caballo chileno. Es probable que esto sea sólo un recuerdo mío, pero, me acuerdo muy bien que lo normal era que el bocado del caballo fuera un rienderito con un "8", con un par de destorcedores y otro par de argollitas en los extremos que dan por detrás de la boca, que se unían con un tiento, mediante el cual se le daba medida justa al implemento, todo esto de acuerdo con el tamaño y la bondad de la boca del caballo. Bueno, en algún momento este riendero se modificó (rienderos en general) , o ya existían (puede ser), pero curiosamente los rienderos con tiento para el ajuste cayeron en desuso y aparecieron por doquier variedades de rienderos adaptados, transformados, inventados y reinventados pero con un elemento común: "la barbada con sus correspondientes coscojas". Aquí la idea no es criticar ni alabar, pero, pensando en que aquello que se hace bien tiene su retribución, para beneficio de jinetes y caballos, he rescatado la idea de ese riendero que mucho usaron nuestros padres y abuelos, diseñando la versión de la foto, que a pesar de ser muy sencilla, sus formas resultan en una especie de guatana ajustable pero de fierro (en mi taller, no de cualquier fierro) elaborado anatómicamente suave, para eliminar lesiones en la boca del caballo(y en nuestra conciencia).

Tuesday, July 24, 2007





RESTAURANDO
Estas espuelas llevaban un "tiempito" esperando hora en el taller hasta que les llegó la hora. Le boté unos restos del chapiado antiguo, limpié el fierro de las astas y pigüelos y comencé a unirles las láminas de alpaca, previo estañado de las partes. Una vez lograda esta etapa se practican los correspondientes calados, para volver a tener un par de espuelas casi igualitas a lo que debieron ser cuando nuevas despues de haberles dado algunos retoques en algunas partes que lo exigían. Bueno, lo que parece muy fácil de decir o escribir, en realidad lo es, sólo con algunos detalles: hay que hacerlo inspirado, con cariño, paciencia y especial esmero, tomándose el tiempo necesario, de tal manera que el primer contento por lo logrado sea el propio artesano (es muy agradable terminar una labor como esta y quedar satisfecho con lo conseguido) y luego el cliente se sienta de igual modo conforme.

Monday, July 16, 2007




¿Que les parece la joyita? Freno de hierro, fabricado por artesanos merovingios, probablemente entre los siglos VI y VII. Está como para estudiarlo, hacer correr la imaginación y llevar a cabo la copia felíz del edén, chilenizándolo por los lados expuestos, quitando detalles por aquí, agregando por allá, suavizando un poco, etc. Estos bocados corresponden a una época en que el caballo era una máquina de guerra con carácter y temperamento propio, que necesariamente debía ser encauzado hacia un determinado fín en favor de su jinete, el que al juzgar por el artilugio, no quería sorpresas en la boca de su noble compañero, y menos en el fragor de una batalla.



No quiero dejar pasar el tiempo ni la oportunidad de exponer en una página una pequeñísima evocaciòn al histórico pasado de Teno. Siempre ligado al campo y su tradición ecuestre voy a referirme a una casa junto al rio Teno en los comienzos del siglo XVII.

Comienzo este relato trayendo a la luz el recuerdo de una conversación en el invierno de 1984, época en la cual me encontraba empleado en el fundo Lontuecito de Cumpeo, propiedad de don Daniel Bravo Perucca. Hacía poco tiempo don Daniel Había contratado un nuevo "Ministro", y este, en una breve conversación, hizo una alusión a una casona antigua junto al puente del río Teno y la carretera. La cuestión es que a él le llamaba mucho la atención por su notable antiguedad y la simple pero a la vez imponente arqitectura de conquistador español. En el caso mío, a los 20 años, habiédola visto en más de una ocasión, no había despertado mi curiosidad, pero, desde ese momento siempre quise saber algo más al respecto. Pasado poco más de 20 años me encuentro con un libro en mis manos, escrito por don Juan Mujica de la Fuente y titulado ANTIGÜEDADES CURICANAS, desde el cual voy a extraer un par de parrafos que nos ilustran un breve fragmento de la vida de un habitante de esta parte del pais.

"Con la esbelta majestad de las palmas nativas, euritmia incomparable del paisaje chileno, se duerme en la siesta cálida del mes de diciembre la nueva casa campesina, sencilla, enjabelgada, que el noble madrileño ha levantado próxima a la ribera del magnifico y caudaloso río Teno.

El caballero pasa la modorra del estío que comienza, en una sala amplia, aireadas por dos ventanas que, guarnecidas por fuertes rejas de estilo sevillano, enfrentan a los campos en dilatada visión al fondo, junto a la azul profundo del cielo con las alatas cumbres nevadas de los Andes.

Este noble soldado que ha salido con grave herida en sus campañas guerreras, que le ha señalado pronunciada cojera, es ahora un bun agricultor del suelo curicano y conocido comerciante, con tienda abierta en la ciudad de Santiago. Su nombre evoca altvos linajs de la más rancia aristocracia española: don Melchor Jofre del Aguila.

Había tenido su cuna en la imperial y tres veces coronada villa de Madrid, donde vino al mundo el día 28 de septiembre de 1568,....

El veterano capitan de los lanceros de arauco se incorpora en su lecho, se calza los borceguíes, peina sus cabellos donde ya nievan las canas, y acude a la llamada que un criado hace a su puerta, que habia dejado con cerrojo hechado.

Una carta de su amada mujer, doña Mariana de Vega Sarmiento, que espera la llegada de un nuevo vástago, le pide que vuelva cuanto antes a Santiago para acompañarla en este trance y saludar al gobernador y capitán general dn Juan de la Jaraquemada, cuyo arribo a la capital está anunciado para los últimos días del año.

Don Melchor toma las providencias del caso para regresar a su hogar y pasar en el seno de la familia las fiestas d navidad.

A la mañana siguiente emprende el largo viaje, montando en su castaño corcel favorito, acompañado por varios fieles servidores. La noche les encuentra ya al amparo de su otra casa campesina en la Angostura. Clareando el alba se levanta el caballero, oye los informes de su administrador y en la mañana radiante de sol y espranzas cruza una vez más el valle central de Chile, repleto de siembras, dehesas abundantes de ganado y umbrosas arboledas.

En un tambo del camino, tres leguas antes de llegar al puente Maipo, que tanto empeño le habría de costar su hechura, el grupo de jinetes se detiene para la comida meridiana. Despues, bajo la fresca sombra de un emparrado , se pasa la canícula de la siesta para terminar el viaje con el crepúsculo vespertino, aclarado por la luna creciente, que sobre la cordillera inmensa se alza majestuosa."

De este corto pasaje de la historia yo rescato dos cosas: primero, la edad de la antigua casa a orillas del Teno. Segundo, lindo viaje a Santiago, dos días a marchas forzadas montando un buen caballo de la época, el preferido de su amo, aquel soldado español que si sabía lo que era un buen caballo, su vida dependía mucho de eso.