RESTAURANDO
Estas espuelas llevaban un "tiempito" esperando hora en el taller hasta que les llegó la hora. Le boté unos restos del chapiado antiguo, limpié el fierro de las astas y pigüelos y comencé a unirles las láminas de alpaca, previo estañado de las partes. Una vez lograda esta etapa se practican los correspondientes calados, para volver a tener un par de espuelas casi igualitas a lo que debieron ser cuando nuevas despues de haberles dado algunos retoques en algunas partes que lo exigían. Bueno, lo que parece muy fácil de decir o escribir, en realidad lo es, sólo con algunos detalles: hay que hacerlo inspirado, con cariño, paciencia y especial esmero, tomándose el tiempo necesario, de tal manera que el primer contento por lo logrado sea el propio artesano (es muy agradable terminar una labor como esta y quedar satisfecho con lo conseguido) y luego el cliente se sienta de igual modo conforme.
1 Comments:
trata de no hacer tanto comentario historico, es aburrido a veces.
me gustaria mas consejos para caballos duros
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